Un comentario final


  

La homeopatía  comparte  una visión respetuosa de la naturaleza de los procesos  vivos.
Se integra junto a otras disciplinas a la conciencia del cuidado que tenemos que tener por nuestro planeta y sus delicados equilibrios.
Muchas consecuencias  nefastas que vive la Tierra y sus habitantes son producto de  acciones indiscriminadas del hombre.
Los  poderes económicos  especulan también con la naturaleza como si se tratara de un capital financiero.
La sociedad humana refleja sobre sí, los  profundos “miasmas crónicos”.
Ansiedad, temor, desorden, ambición, hiperproducción, destrucción.
Ordenar, es encontrar el lugar de cada cosa,  equilibrar. Como lo expresa el símbolo de la balanza, ni en más,  ni en menos, solo lo justo. El exceso de una cosa, su crecimiento por encima de lo justo desequilibra “la balanza” del  todo.
La sociedad  está formada por individuos. Cada ser hace de su alrededor un reflejo de sí mismo. Si está “enfermo” promoverá un ambiente enfermo.
Si está “sano”, entendiendo por salud, como decía Hahnemann, tender hacia “los altos fines de la existencia”, sin duda, hará también de su entorno un lugar saludable y agradable  para vivir,  compartir y desarrollarse en armonía.